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miércoles, 10 de abril de 2013

MI RICO PERU Y SU SABROSURA


El estudio de los instrumentos musicales en el Perú se encuentra aún en sus inicios. Ese es el caso de instrumentos como el denominado cajón, que a pesar de su origen relativamente reciente, ha devenido en un símbolo nacional. Tal como el charango y las zampoñas en su debido momento, el cajón afroperuano (como lo llama el autor de este importante libro) traspasa las fronteras de los géneros musicales a los que acompaña, para convertirse en un icono cultural no solo de la comunidad afroperuana, ni circunscrito a la comunidad considerada “criolla”, sino reclamado por los peruanos como patrimonio cultural.

El cajón peruano llega inclusive, como deja en claro el autor, a difundirse más allá del Perú, y es en tales circunstancias en donde se aprecia con más claridad el carácter “nacionalista” del cajón. Ha surgido en estos años una suerte de debate nacional en donde, al igual que en el caso del pisco peruano, se reclama la “peruanidad” del cajón frente a su uso en la música española flamenca lo que provoca a su vez que muchos aficionados asuman que el cajón es español (así como muchos consumidores asumen que el pisco es de origen chileno). En este sentido, es un peligro para cualquier estudioso confundirse con el problema insoluble de los orígenes de los bienes culturales. En general, este es un tema de estudio que no tiene solución. Casi todos los objetos y bienes culturales han sido inventados o descubiertos de manera paralela, o han sido objeto de préstamos culturales desde tiempos  inmemoriales, transformados, mutilados o enriquecidos en este proceso y, por lo tanto, imposibles de rastrear a estas alturas.

Muy hábilmente, Rafael Santa Cruz Castillo ha evitado caer en este laberinto al reconocer e incluir en este valioso libro sendos capítulos sobre la existencia del cajón en Cuba, en España y por último en el Perú.  Es decir, el autor prescinde de todo chauvinismo cultural para reconocer decididamente que el llamado cajón no es un invento absoluto de los peruanos (ya que en Cuba también se utiliza con muchas variantes), pero sí deja en claro que es en el Perú en donde el cajón echa raíces culturales profundas en comunidades afroperuanas y criollas, que precisamente han decidido elevarlo al estatus de “instrumento nacional”. Una vez hecha esta precisión, este libro se convierte en un título obligatorio para cualquier lector interesado en la historia del cajón peruano. No presenta un discurso nacionalista, ni lee la historia del cajón con ojos localistas. Menos aún pertenece este libro al ámbito de los estudios clásicos del folklore, en donde predominan las visiones románticas y sentimentales. La objetividad de la obra de Santa Cruz es encomiable, y he allí su principal virtud. Pero no es la única, ya que El cajón afroperuano no se limita a una historia documentada del instrumento, sino que incluye una sección técnica sobre su interpretación, con algunas transcripciones a modo de ejemplo.

Este es un libro, entonces, para todos los gustos. El académico interesado en el aporte de la música popular a la historia de la cultura peruana encontrará en él los datos necesarios para contextualizar el llamado cajón peruano. El aficionado interesado en la práctica cultural y musical del cajón encontrará no solo una información histórica cabal sobre el instrumento, sino las pautas necesarias para iniciar, perfeccionar o poner en perspectiva su ejercicio musical.

Me queda decir finalmente que considero un privilegio escribir estas breves líneas sobre El cajón afroperuano porque, además de tener las virtudes descritas líneas arriba, es el primer estudio que se publica al respecto. Y en este sentido, es un libro que dará la pauta para que otros estudiosos se animen a seguir investigando y escribiendo sobre los instrumentos y los géneros musicales peruanos, que hasta hoy permanecen “indocumentados” por falta de interés de las instituciones nacionales en estudiar seria y académicamente nuestra cultura popular. Rafael Santa Cruz ha tenido no solo una encomiable iniciativa, sino una visión del futuro, que ojalá abra las puertas para otros intentos similares.


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