En muchas ocasiones tuvimos la oportunidad de conversar con el maestro Papo Rosario en su visita a Perú.
Por casi dos años El Gran Combo de Puerto Rico llevó su salsa sin uno de sus componentes principales: el cantante Luis “Papo” Rosario. Hoy la voz y gracia escénica de esta figura pionera de la afamada agrupación volvió a su lugar en el frente de la orquesta para despedirse de la que fue su familia de labores por 38 años.
La despedida no pudo ser más emotiva y significativa. Papo Rosario apareció esta tarde en el escenario de la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes para decir adiós con el tema que mejor lo representa, Carbonerito.
El público lo recibió de pie. Don Rafael Ithier lo abrazó al igual que hicieron los cantantes Anthony García y su sustituto Joselito Hernández, mientras Jerry Rivas, su cómplice en tarima, le plantó un tierno beso en la cabeza.
Papo Rosario cantó con fuerza, con soltura, con un sentido de pertenencia que trascenderá de su retiro, porque como le garantizó Ithier, seguirá siendo “Papo Rosario el de El Gran Combo de Puerto Rico”.
La despedida inició con la proyección en pantalla de una selección fotográfica del cantante en distintos momentos durante su trayectoria en el Combo, a la vez que el retirado periodista Junior Abrams, quien fungió como presentador, narraba algunos datos biográficos y anécdotas, entre estos, que es el cuarto de 15 hermanos y padre de siete hijos.
En medio de gritos que celebraban a ¡Papo!, el director fundador de la agrupación le entregó una placa con “premio” , cuyo mensaje agradecía la alegría, los chistes, las maldades y hasta los masajes compartidos en casi cuatro décadas recorriendo el mundo como uno de los Mulatos del Sabor.
“Te estoy entregando esta placa que parece que tiene premio”, dijo el experimentado pianista con su peculiar sentido del humor mientras giraba la placa hacia el público dejando al descubierto el sobre contenedor de la sorpresa.
Rosario se disfrutó el momento a plenitud, aunque no dejó de emocionarse al leer un mensaje de agradecimiento al público, al “Viejo”, como llama a Don Rafa, y a sus compañeros de orquesta.
“Aquí estoy frente a ustedes mi público y no saben lo feliz que me siento... Le doy gracias a Dios porque me tiene de pie con salud”, dijo abrazado por sus compañeros. “Una de las grandes satisfacciones es que he podido representar dignamente a mi islita”, puntualizó antes de iniciar Le dicen papá, la segunda de dos canciones que interpretó.
Ithier se dirigió al público para reconocer el “valor” de Rosario al anunciar su retiro, contrario a “otros que se van a decir tonterías”, agregó sin mencionar nombres.
Con la salida de Rosario se oficializó la integración de Joselito Hernández, quien lo sustituyó hasta este momento.
“Creemos que tenemos a un gran sustituto”, resaltó el maestro, de quien en principio se unió a la agrupación como corista y ahora es una de las tres voces del Combo.
Como celebración a la confirmación, Ithier le entregó el micrófono a Hernández para que cantara uno de los clásicos, La loma del tamarindo.
Este concierto, también en homenaje a los padres, tuvo varios momentos especiales, como fue la sorpresa a Don Rafa organizada por Rivas en complicidad con el pianista y arreglista Willie Sotelo, y el cantante y compositor José Vega “Remi”.
Como el maestro orquesta que es, Ithier marcó la clave para tocar el tema El menú, pero sonó otra cosa que él desconocía.
Los cantantes lo sentaron en una silla que bien pudo haber sido prestada por el personaje “La Comay” para dedicarle un tema con su nombre, escrita por Vega. Para ese momento ya el mismo Ithier había exhortado al público a hacer lo que les diera la gana menos quedarse quietos en los asientos, así que el ambiente era de fiesta, y hasta él se dio su bailadita.
“A mí no me gustan mucho las sorpresas, porque yo padezco del corazón”, confesó el maestro del piano antes de pedir permiso para verbalizar que lo cogieron de pend...
Otro momento que enterneció al público entre el repertorio de 16 temas, fue el homenaje a los padres en la voz de Anthony García y su hija Dianeris, quien tiene una voz privilegiada. Fue un tema suave, que llevó a la reflexión sobre el verdadero significado de esa relación de padre e hija.
La reina, Se me fue, Hay que quererte, Hojas blancas, Brujería y un popurrí de éxitos fueron parte de la oferta musical de esta memorable presentación de la Universidad de la Salsa, pues hoy se inicia una nueva de etapa en el proceso de renovación que ha ido llevando la agrupación en los últimos años tras las salidas de algunos de los cantantes y músicos iconos dentro la extraordinaria trayectoria de más 50 años.
Fuente : El Nuevo Día PR