La salsa no es un género como la plena, el guaguancó, la guaracha o el merengue, Es un movimiento sociocultural urbano, sintetizado en una expresión musical, creada y desarrollada por emigrantes del Caribe y seducidos por los ritmos de Cuba y Puerto Rico, En lo personal contar extractos, estudios y opiniones personales de lo que me apasiona, siempre sera bien recibido por aquellos que queremos indagar, en lo vemos fuera de un Cd o Vinilo.
Durante el año 1974, en el área del Bronx de la Babel de Hierro, existió el nombrado Conjunto Anabacoa. En éste, la pretensión primordial consistió en descargar; es decir, exponer la creatividad musical del instante como una catarsis, que aparte de mostrar el dominio de los instrumentos, sirviese de igual forma como medio de diversión o de práctica de ejecución, pero en este caso particular; sin interés de grabar trabajos discográficos.
Los iniciadores del Conjunto Anabacoa fueron Andy y Jerry González , los cuales dieron el nombre al grupo tomando en cuenta el son intitulado Anabacoa, que era uno de los números de batalla del colectivo en cuestión. El Anabacoa tuvo presentaciones en universidades estadounidenses y éste en un principio estuvo conformado por: Andy González (bajo), Jerry González (congas), Nelson González (tres), Frankie Rodríguez (congas), Alfredo “Chocolate” Armenteros (trompeta) y René López, el cual además de musicólogo era el cantante y al mismo tiempo se convirtió en el nuevo abanderado.
El súbito arraigo del Conjunto Anabacoa rompió de repente la sola pretensión de descarga de ocasión y fue en 1975, cuando René López decide que el conjunto grabe un disco, pero integrando más miembros y siendo bautizado para esta ocasión por el mismo López como Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorkino . Sobre el hecho anterior, rememoro las palabras de Andy González quien en una oportunidad declaró: “cada cosa que nosotros hemos sacado, ha sido natural. No era pensado para vender más o menos. Nosotros siempre tuvimos los valores que nos obligaban a respetar la música, Lo que hemos hecho, lo hemos hecho porque nos ha salido así. Hemos hecho lo que hemos querido hacer, Esa es la manera de que la gente verdaderamente aprecie tu trabajo. Nuestras cosas han sido el resultado de un proceso natural de experimentación. Por ejemplo el Grupo Folklórico Experimental Nuevayorkino nació de unas jam sessions que hacíamos en mi casa, Esa misma que aparece en la película Calle 54. Ahí, nos juntábamos a tocar hasta que un día René López que lo gustaba lo que estaba saliendo, llevó al ejecutivo de la discográfica que quedó encantado y así salieron esos discos”. La visión del Grupo Folklórico consistió en resaltar el folklore caribeño Fusionandolo con experimentos creativos pero siempre con el marco determinante de la atmósfera nuevayorkina. Concepts in unity (Conceptos en unidad) fue el primer trabajo del Grupo Folklórico y el mismo se publicó en 1975 como un álbum doble en ese entonces de vinilo bajo el sello Salsoul. La esencia de Concepts in unity tal cual como la planteó Rondón consistió en:”la música de ayer con la visión de hoy, pero también, la música de hoy con la visión de ayer. De esa manera folklore y experimento eran fusionados de manera sólida en una sola música”.
Un detalle muy particular de este Concepts in unity, lo traigo a colación con las palabras del periodista y escritor colombiano, José Arteaga quien señaló lo siguiente: “fue el primero de los discos de la época salsera que se grabó en un solo bloque y sin pistas, a fin de desarrollar mejor el sonido de los ritmos tradicionales de las Antillas”. Es decir, los ejecutantes de cada corte grabaron todos al mismo tiempo para mantener a flote el sentido emocional de la descarga.
Concepts in unity tiene como contenido en su orden respectivo las siguientes piezas con sus autores que son: Cuba linda (Virgilio Martí), Choco’s guajira (Alfredo Armenteros), Anabacoa (J. Jiménez), (respecto a esta pieza, el disco compacto Concepts in unity editado en 1994 logrado exactamente del trabajo de 1975 informa que J. Jiménez es el autor; sin embargo, otras fuentes informan que el autor es el cubano Arsenio Rodriguez), Adelaida (Derechos reservados), Luz Delia (Francisco Martínez), Carmen la Ronca (A. L. Alvarez), Canto Asoyn(Derechos reservados), Canto Ebioso (Derechos reservados), A papá y mamá (Genaro Alvarez Jr.) e Iya Modupue (Derechos reservados).
El Grupo Folklórico para su primera producción de 1975 -e incluso para la última- contó con un buen número de talentos, que en cierto sentido para algunos musicólogos fuese considerado como un all stars, es decir; una banda conformada por músicos que podrían evaluarse como los mejores en cada instrumento en una época específica.
Vale destacar, que en la sección de percusionistas se contaban para la mayoría de las piezas con más de los tres tradicionales dentro del formato salsero (timbalero, conguero y bongosero). Una figura de alcurnia dentro del Grupo Folklórico lo fue el nuyorican Manny Oquendo, quien al nacer en 1931, era uno de los más veteranos dentro del colectivo. Oquendo ejecutó los timbales, el bongó y el cencerro.
Los demás percusionistas en base a los requerimientos de sus participaciones en cada tema tenían a bien tocar la tumba de tres golpes, el quinto, la tumbadora, el chekeré, el palo, las claves, las maracas, el güiro e incluso los llamados tambores batá , instrumentos prácticamente sin uso alguno en aquella época neoyorkina. En este punto específico menciono a los siguientes artistas: el difunto conguero Frankie Rodríguez, puertorriqueño, que previamente había pertenecido a la Orquesta Harlow y en 1973 a la Orquesta Revelación del cantante borincano Ismael Miranda. El neoyorkino Jerry González, conguero e inclusive trompetista, es el hermano menor de Andy González y para el Grupo Folklórico, la influencia del productor René López es decisiva ya que éste lo inicia en la música cubana. Jerry un jazzista con ánimo de rumbero o al revés entre tantas ejecutorias ha sido fundador del Conjunto Libre y en la actualidad dirige su grupo de jazz latino, el Fort Apache Band. Milton Cardona, tremendamente productivo en los toques de batá y cultor de calibre de la santería, el cual además hizo historia como conguero de la orquesta de Willie Colón y de Héctor Lavoe en su etapa de solista. Gene Golden, conguero jamaiquino y en un tiempo miembro de La Conspiración del finado Ernie Agosto, el cual al igual que Cardona y Frankie Rodríguez, logra hacer “hablar” a los tambores batá. El fenecido cubano Virgilio Martí -excelente tumbador desde su época rumbera en el habanero barrio de Cayo Hueso- y baluarte de la auténtica rumba cubana puesta en la historia dentro de la tierra del Tío Sam. El boricua Víctor Montañés, ejecutante de las congas en los ritmos folklóricos de la isla del encanto y Jaime Rivera, también boricua y sonador del güiro puertorriqueño dentro de dicha línea folklórica.
Para la sección rítmica, además de la percutiva, se tuvo al bajista de Nueva York, Andy González de connotada experiencia en las orquestas de Ray Barreto y Eddie Palmieri. Fundador del Conjunto Libre junto con Manny Oquendo. En la actualidad, Andy colabora con su hermano Jerry en el Fort Apache Band. Otro miembro importante de esta sección lo fue el puertorriqueño Nelson González, un ícono del tres, instrumento de cuerdas de ascendencia cubana. Nelson, quien también se afinca en la guitarra acústica, con anterioridad había formado parte de La Revelación de Miranda. Tuvo participación en la vanguardista Típica 73, las Estrellas de Fania y fue músico fundador de Los Kimbos bajo la dirección del timbalero cubano Orestes Vilató. En el requinto, estuvo Marcial Reyes, un especialista en las tonadas tradicionales del folklor boricua.
En el piano, el Grupo Folklórico presentó al nuyorican Oscar Hernández, el cual se había estrenado en la salsa en La Revelación de Miranda. Hernández ha sido miembro del Conjunto Libre, participante en grabaciones de Ray Barreto, miembro y director musical de los Seis del Solar de Rubén Blades y hoy director de la Orquesta Spanish Harlem.
En los instrumentos de viento, se mantuvieron trombones para mantener en algo la esencia salsera neoyorkina y ellos fueron tocados por el brasileño José Rodríguez, elemento fundador de La Perfecta de Eddie Palmieri e inclusive, miembro selecto de la orquesta de Willie Colón por varios años después de la salida de Héctor Lavoe y Reinaldo Jorge, quien entre muchos trabajos, se ha destacado con Larry Harlow, Bobby Valentín, Tommy Olivencia, Los Kimbos, las Estrellas de Fania all stars . Rememoro ahora, que el Grupo Folklórico fue honrado con el trompetista cubano Alfredo “Chocolate” Armenteros. “Chocolate” posee una trompeta de antología al ser muy especial en la interpretación de la rumba cubana. Este talento caribeño se ha distinguido en el Septeto Habanero, en el conjunto de Arsenio Rodríguez, en la banda gigante de Beny Moré, con Machito y sus Afrocubans, Johnny Pacheco, Ismael Rivera, Eddie y Charlie Palmieri, entre otros.
Gonzalo Fernández de Cuba aportó calidad indiscutible en esta sección instrumental del Grupo Folklórico a través de la flauta de madera al igual que con el saxofón tenor. Gonzalo fue un elemento primordial en el desarrollo de los grupos de charanga dentro del marco neoyorkino. El cubano en cuestión, tuvo que ver en las producciones de la Típica Ideal y del violinista cubano Pupi Legarreta y en 1977, lanzó su proyecto más ambicioso en cuanto a charanga, la Supertípica de Estrellas.
El boricua Francisco “Tan” Martínez ejecutó el singular instrumento de viento para Concepts in unity con un objetivo significativo: resaltar un matiz del folklore puertorriqueño.
Los vocalistas para Concepts in unity fueron los boricuas Heny Alvarez, quien participara en el disco Hommy de Larry Harlow; Frankie Rodríguez y Víctor Montañez e igualmente los cubanos Willie García, que tuvo un papel sobresaliente en el sexteto de Joe Cuba y Virgilio Martí.
Finalmente en cuanto al personal del primer disco del Grupo Folklórico, resalto los coros, en los cuales estuvieron los cubanos Caíto y Willie García más los puertorriqueños Marcial Reyes y Jaime Rivera .
Me es grato resaltar que el cantante panameño Rubén Blades el poera , en su trabajo titulado Mundo (ganador de premio Grammy en febrero de 2003 en la categoría “música del mundo” o “world music”), le rinde tributo a Virgilio Martí y al Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorkino con una pieza de su inspiración llamada Estampa. Si bien la misma, no tiene nada que ver con Cuba, ésta en su arreglo musical nos rememora fácilmente el tema Cuba linda. Coincidencialmente, Blades tuvo como músico invitado en varios cortes de Mundo, al puertorriqueño Nelson González, otro miembro del Grupo Folklórico y es él solo, quien inicia en una especie de introducción el tema Estampa al escucharse por unos instantes punteando su tres, para que después Blades exclame agradecido: ¡bonito, Nelson!.
Después del primer aporte discográfico de antología obtenido con Concepts in unity, se confeccionó el segundo y último álbum del Grupo Folklórico, editado en 1976, y que se denominó Lo dice todo. Este trabajo, al igual que el primero, fue producido por René López y Andy Kaufman. La producción ejecutiva estuvo a cargo de Joe Cayre. Lo dice todo fue grabado en 1976 .
El repertorio en orden con sus respectivos autores en Lo dice todo es el siguiente: Cinco en uno callejero (Heny Alvarez), Se me olvidó (Lolita de la Colina), Trompeta N Cuero(Conjunto Anabacoa), Ao meu lugar voltar (José Rodríguez), Corte el bonche (Alberto Ruiz), La mama (Justi Barreto), Dime la verdad (Marcelino Guerra) y Aguemimo (Julito Collazo).
El Grupo Folklórico para su segunda grabación contó con el siguiente personal: Andy González (bajo, marimba), Jerry González (congas, quinto, redoblante, claves), Alfredo “Chocolate” Armenteros (trompeta), Manny Oquendo (timbales, cencerro, bongó, maracas), Julito Collazo (vocal, quinto, batá, redoblante, chekeré), Milton Cardona (congas, tumba de tres golpes, batá, palo, claves), Henry Alvarez (palo), Frankie Rodríguez (tumba de tres golpes, tumbadora, campana), Chief Bay (chekeré), Bess Taylor (chekeré), Alfredo de la Fe (violín), Noel Da Costa (violín), Gail Dixon Clay (violín), Ashley Richardson (viola), Ron Libscomb (cello), Guillermi Franco (percusión brasileña), Portinho (batería), Nelson González (tres), Oscar Hernández (piano), Gene Golden (tumbadora, batá, quinto, bombo, chekeré), José Rodríguez (trombón), Reinaldo Jorge (trombón), Gonzalo Fernández (flauta de madera, saxofón tenor), Virgilio Martí (vocal, congas), Heny Alvarez (vocal), Marcelino Guerra (vocal, guitarra), Félix Rodríguez (vocal), Willie García (vocal), Ubatán Do Nascimento (vocal). En los coros contribuyeron según los requerimientos de cada pieza: Henry Alvarez, Rubén Blades, Diane Cardona, Milton Cardona, Willie García, Renee Golden, Betty González, Nelson González, Jerry González, Marcelino Guerra, Zunny López, Virgilio Martí, Fifi Pintor, Sandra Ramos, Frankie Rodríguez y Sandra Wiles.
Comentar sobre el contenido de Lo dice todo, es de gran recordación para mi, al igual que lo hecho con Concepts in unity. El último disco del Grupo Folklórico se inicia con Cinco en uno callejero, una bomba de la autoría de Heny Alvarez y vocalizada por éste, y tal como su nombre lo señala; en el número en cuestión se cuenta con cinco ritmos en una clave: la bomba boricua, el mozambique, el calipso, la batucada brasileña y la rumba. Sobresale en el tema, el trombón de José Rodríguez y acerca de esta fusión rítmica creativa, René López la justifica señalando que allí contamos con: “toda la comunidad convertida en una sola con una música que los reúne a todos en un solo ritmo y un solo canto. Es como si fuéramos una gran familia y la música fuera la sangre”.
En definitiva, el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorkino al cual rindo tributo en este humilde aporte, a pesar de su ya reconocida existencia, representó una exquisitez para el alma del melómano y del agudo estudioso de la experimentación afrocaribe sonora. ¡Que viva la música afrocaribeña! ! Que Viva La Salsa ! Y que sigan existiendo el amor a la música y a no hacerlo por un fin, sino por pasión.
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